La cosmética actual nos sorprende cada día con fórmulas más sofisticadas para poder satisfacer nuestras exigencias en belleza, entre las cuales nos encontramos con las imprescindibles mascarillas, que como bien sabemos su aplicación es necesaria para mantener la piel uniforme y luminosa.
Las máscaras de belleza no son, como muchos creen, una novedad de la cosmetica moderna; por el contrario, existen desde la más remota antigüedad.
Hace más de 2000 años se preparaban con ingredientes naturales: cera,
miel, huevos, harina de cebada, polvo de iris y más. Hoy en día, sus
beneficios se han revalorizado a tal punto que se vuelven imprescindibles
para lucir un cutis joven y fresco. Para que se adecue a ti, deberás
buscar la mascarilla apropiada para tu tipo de piel, así que te animamos
a que prepares la que tu piel necesita (sí, puedes hacerla tú misma en casa), y a que te diviertas con los colores.
Las mascarillas tienen la propiedad de mantener los poros limpios, los cutis hidratados, luminosos, lozanos y frescos ayudando a retardar el relajamiento muscular del rostro. Existen gran variedad de mascarillas caseras, sin embargo en esta oportunidad compartiremos contigo aquellas que consideramos las de mayor necesidad para los problemas más frecuentes de la piel:
Además de la limpieza diaria que le damos a nuestro cutis es conveniente que regularmente le apliquemos unas mascarillas naturales para complementar esa limpieza, que muchas veces resulta insuficiente. No es necesario acudir a una farmacia para comprar una mascarilla ya que uno misma puede prepararla en casa con nuestras recetas de mascarillas naturales.
No
sólo debes encontrar el tratamiento indicado para tí,
sino que además tienes que acompañarlo con una dieta
balanceada y un estilo de vida sano, sereno y natural.
Soluciones
limpiadoras
Piel normal: Mezcla una taza de leche con tres
gotas de aceite de girasol. Aplica con un algodón y retira
el excedente. Enjuaga para quitar el resto. Es un excelente desmaquillador.
Piel grasa: Diluye 1/2 cucharadita de bicarbonato
de sodio en 2 cucharadas de agua. Aplicar con un algodón
realizando movimientos circulares. Retira con agua.
Piel seca: Aplica con ambas manos una cucharada
de aceite de oliva. Realiza masajes circulares. Déjalo
absorber y quita el exceso con agua.
Deben aplicarse con movimientos rotativos, siguiendo la dirección
de los músculos de la cara y siempre hacia arriba.
Para obtener el máximo resultado, es preciso ponerlas sobre
la piel limpia y relajarse mientras la mascarilla esté
puesta.
De
plátano: Prepara un puré y extiéndelo
sobre tu rostro con la punta de los dedos.
De papaya: Pélala y haz una mezcla suave
con su pulpa. Aplica en la cara y el cuello. No la dejes sobre
la piel más de 5 minutos. Esta máscara es ideal
para pieles normales y grasosas.
De manzana: Prepara su pulpa manualmente, con
el procesador de alimentos o la licuadora. Especialmente beneficiosa
para pieles con barros o espinillas.
De pepino: Mezcla su pulpa y aplica. Es especial
para piel grasosa o normal.
Limpiadora: Prepara una mezcla de miel y limón.
Es excelente para balancear los niveles de sus aceites naturales
que la hacen grasosa.
Exfoliante y limpiadora: Mezcla 1/4 taza de avena
y una cucharadita de miel. Puedes agregarle 2 cucharadas de yogur
sin sabor ni azúcar. Aplica sobre la piel limpia y húmeda.
Deja actuar 15 minutos.
De
manzana y miel:
- Ralla una manzana y mézclala con 3 cucharaditas de miel. Aplícala sobre el rostro con una espátula.
- Déjala actuar entre 10 y 20 minutos.
- De avocado y limón: Haz puré un avocado y lícualo junto con 2 cucharaditas de jugo de limón y 1 de aceite de maíz.
- Aplica sobre el rostro con brocha. Déjala actuar de 10 a 20 minutos.
Contra
los poros dilatados:
- Reduce con la licuadora la pulpa fina de 10 ciruelas ácidas descarozadas.
- Añade 1/2 cucharada de aceite de oliva.
- Aplica sobre el rostro y dejar actuar 20 minutos.
Para cutis seco:
- Prepara una mayonesa con 1 yema de huevo y 1 taza de aceite de oliva.
- Aplica y déjala actuar durante 20 minutos.
Humectante para piel seca o deshidratada:
- Mezcla 1 cucharada de miel y un huevo.
- Déjala actuar por 15 minutos y enjuaga.
Para reducir arrugas:
- Bate la yema de 1 huevo y agrégale la pulpa de 1/2 manzana.
- Aplica sobre el rostro y dejar actuar durante 20 minutos.
Para cutis con manchas rojizas:
- Bate la pulpa de 100 gramos de frutilla con la clara de 1 huevo.
- Aplica sobre el rostro con un paño de algodón, a modo de compresa durante 20 minutos.
Para cutis enrojecido o congestionado:
- Bate el jugo o la pulpa de 1 pepino con la clara de 1 huevo.
- Embebe un paño de algodón con esa mezcla y aplícala sobre el rostro a modo de compresa durante 20 minutos.
Para suavizar la piel seca y maltratada:
- Mezcla el puré de una manzana asada mezclada con una cucharada de manteca fundida y unas gotas de germen de trigo.
- Pulidos para cara y cuerpo
Piel
grasa:
- Mezcla 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio, 1/2 de ralladura de limón y 3 cucharadas de agua.
- Aplica con la mano sobre las zonas grasas del rostro con suaves movimientos circulares.
- Retira con agua.
Piel seca:
- Mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva, 1 de azúcar y 1 de jugo de limón.
- Aplícala con la mano realizando movimientos circulares.
- Retira con agua.
Superficial:
- Mezcla 1 cucharada de leche de limpieza y 1 de azúcar.
- Aplica sobre el centro facial (frente, nariz y mentón) con maniobras circulares y ejerciendo presión suave.
Profundo:
- Mezcla 3 cucharadas de sal gruesa y 3 de aceite de almendras. Aplica sobre zonas grasas del rostro, con fricciones lineales.
- Masajea suavemente en forma circular.
- Es un tratamiento contraindicado para pieles sensibles, salvo en ingles, manos y pies.
Para piel mixta:
- Mezclar medio pocillo de yogur natural con azúcar morena y un pedacito de pepino macerado.
- Aplica, deja actuar 10 minutos y luego enjuaga.
Para piel seca:
- Mezcla avena en hojuelas con yogur y azúcar.
- Dejar actuar y enjuagar.
Para piel grasa:
- Mezcla la yema de un huevo con una cucharada de azúcar morena.
- Dejar actuar y retirar.
Pulido
para Manos:
- Mezcla el jugo de 1 limón con una cucharadita de azúcar.
- Aplícala sobre las manos masajeando bien hasta formar una sustancia cremosa y hasta que el azúcar se haya diluido.
- Deja actuar por 5 minutos y enjuaga muy bien.
Codos rugosos y resecos:
- Fricciónalos antes de acostarse con piedra pómez y luego con una rodaja de limón.
- Aplica por último una crema exfoliante.
Piernas y espalda:
- Mezcla un poco de bálsamo para el cabello con azúcar morena.
- Aplica con masajes circulares.
- Dejar actuar y ducharse muy bien.
Ojeras
y ojos inflamados:
- Pasa un algodón con té frío de manzanilla y luego aplica una gasa o pañuelo embebido en leche casi helada.
Para revitalizar y lucir aspecto descansado:
- Aplica jugo de manzana mezclado con jugo de zanahoria.
Para estirar la piel:
- Bate 2 yemas de huevo en 1/2 taza de aceite de oliva y en otro recipiente bate las claras.
- Esparce la primera preparación por el rostro y el cuello.
- Déjala descansar 10 minutos.
- Aplica encima la segunda mezcla y déjala aproximadamente durante media hora.
- Enjuaga.
Para mantener las piernas suaves:
- Aplica una buena ración de miel el día después de la depilación.
- Retira luego de media hora.
Hielo:
- Aplicar envuelto en un género, a modo de compresa.
Agua fría:
- Moja un género y aplicarlo como compresa.
Agua natural:
- Salpica abundantemente con ambas manos o debajo de la regadera.
Té de tilo:
- Mezcla 1 cucharada con agua y aplicar en forma de bruma.
Miel:
- Aplicar sobre los barritos para acelerar el proceso de curación.
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